viernes, 16 de mayo de 2008

El interesante "eliminar" hegeliano

"Eliminar" (aufheben) tiene aquí una importancia al punto de ser considerada una determinación fundamental de acuerdo a los significados que de este término se procura ciertamente elucidar. En primer lugar, como una clara distinción de la noción de nada. Este eliminar no importa aniquilación. Eliminar no es convertir “en nada”. Este no abandonar en la nada indica un conservar, un mantener no anonadante. Frente a la inmediación de la nadidad, lo eliminado así entendido expresa ya una mediación como resultante extraído de un ser. La conservación de lo “superado” por así decir, como reducido a su propia abreviatura.
Por otra parte, el sentido de eliminar es también expresable como un poner fin, dejar acabar, hacer cesar. Es un poner fin que muestra un resultado: lo eliminado es conservado. En tal sentido poner fin indica un poner un límite, esto es avanzar hacia un grado de mediación. A su vez, lo eliminado-conservado es aquello que ha perdido su inmediación, puesta en su lugar. El poner fin, así, expresa una determinación, o ya dicho mejor, una negación de su primera aparente inmediatez: esto es el ser determinado. Es determinación como limitación. Limitación como momento de negatividad.
Como consecuencia de esto, se impone la unidad simple del ser determinado en la cual ser y nada son conservados como diversos y con determinación diferente respecto del aspecto naciente-pereciente del devenir. Se ha borrado la indeterminación precedente que los caracterizaba. Esta nueva unidad es ahora determinada de “otro modo”, esto es el ser determinado, que ya puede formularse como la unidad de un ser con un no-ser.
En líneas generales, tal se puede entender el desarrollo que hace Hegel aquí y en adelante, en la fase posterior de un proceso está implicada una fase anterior y en esta fase anterior está conservada la fase posterior.


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